Este feminismo llamado del 99% en alusión a la consigna del movimiento Occupy Wall Street, surge como reacción al feminismo corporativo circunscrito a Estados Unidos. El feminismo corporativo se preocupa principalmente por cuestiones que afectan a mujeres blancas y privilegiadas, como el techo de cristal o la promoción de las mujeres a posiciones de liderazgo en las empresas. El feminismo del 99%, en cambio, quiere ampliar esas demandas, y quiere luchar contra los grandes problemas estructurales que afectan a las mujeres como la pobreza, la violencia machista, el racismo, la heternonormatividad o los derechos reproductivos. Esta corriente, encabezada entre otras por Nacy Fraser, considera que el feminismo actual puede llegar a tener una relación muy peligrosa con el neoliberalismo y por eso quiere aprovechar esta afluencia masiva de mujeres “nuevas” al movimiento, para conducir el feminismo hacia posiciones más de izquierdas.
(Silvia Claveria. El feminismo lo cambia todo. Editorial Paidós. Barcelona. 2018)