Desde los diferentes postulados sociológicos, el concepto de sociedad ha sido formulado de muy diversas maneras. En general, podemos señalar que se utiliza para designar una agrupación estable de personas cuyo fin último es procurar satisfacer sus necesidades comunes mediante la colaboración mutua, es decir, se trata de un grupo de sujetos, localizado geográficamente y con una alta densidad de relaciones entre sus miembros. Por tanto, la base de la sociedad viene determinada por ese conjunto de individuos que coinciden en sus aspiraciones individuales y buscan la satisfacción de las mismas. Desde el punto de vista antropológico, también podemos decir que el término sociedad designa a un grupo de personas que comparte un hábitat común y que se necesita mutuamente para su supervivencia y bienestar.
Definir qué se entiende por sociedad conlleva que tengamos que hacer referencia a la relación entre sociedad y cultura, términos que, a menudo, tienden a confundirse. Sin embargo, a pesar de las estrechas conexiones entre ambos, son conceptos diferentes. Mientras que la cultura está formada por los sistemas simbólicos significativos que se transmiten en el tiempo y conforman la conducta social, la sociedad está constituida por los individuos que comparten esos sistemas y que viven dentro de un conjunto de relaciones interpersonales y colectivas específicas. Es decir, la cultura hace referencia a la forma de vida de los miembros de una determinada comunidad, y la sociedad está compuesta por las personas que viven siguiendo los sistemas de interrelaciones que les ponen en contacto como sujetos que comparten una misma cultura. Esta diferenciación implica a su vez que ninguna cultura pueda existir sin una sociedad y viceversa, no podemos entender una sociedad sin su cultura.
Las sociedades pueden clasificarse atendiendo a dos amplios criterios. Por un lado, desde el punto de vista económico podemos diferenciar sociedades premodernas y sociedades modernas o industriales; y por otro, atendiendo a la organización y estructura interna de las sociedades, diferenciamos sociedades basadas en el parentesco, sociedades complejas y sociedades plurales.
Dentro de las sociedades premodernas distinguimos:
1. Cazadores y recolectores. Son sociedades cuyos miembros se ganan la vida con la caza, la pesca y la recolección de plantas silvestres comestibles. La mayor parte de estas sociedades ya han desaparecido a excepción de algunas en las selvas de Brasil, África y Nueva Guinea.
2. Sociedades agrarias y pastoriles con mayor número de miembros. Las sociedades pastoriles son aquellas que dependen básicamente de la ganadería doméstica, migran entre diferentes áreas dependiendo de los cambios estacionales y son más amplias que las de cazadores-recolectores. Las agrarias se caracterizan por el comienzo de la práctica de la agricultura y por su sedentarismo.
Estas sociedades evolucionan hacia formas de organización más complejas que podemos denominar civilizaciones no industriales o estado tradicionales. Se llaman civilizaciones debido a que en ellas se produjo la aparición de la escritura, de la ciencia y del arte, y estados tradicionales porque desarrollaron un gobierno más estructurado que ningún otro tipo de sociedad precedente.
En estas sociedades la división del trabajo es más compleja y existe una elemental división de clases sociales. El mundo moderno nos llevaría a hablar de sociedades industrializadas. Estas sociedades se caracterizan, entre otras cosas, por no depender de la agricultura exclusivamente como medio para ganarse la vida, sino del trabajo en la industria o los servicios, por su alto grado de urbanización, por conllevar una vida social más impersonal y anónima, y por presentar sistemas políticos más desarrollados.
Atendiendo a la organización y estructura de la sociedad podemos señalar diversos tipos de sociedades:
1. Sociedades basadas en el parentesco. Son aquellas sociedades que no cuentan con un gobierno centralizado y en las que los vínculos de parentesco son el fundamento para la vida social y para la organización política de la comunidad.
2. Sociedades complejas. Son sociedades grandes y populosas, con estratificación social y gobiernos centralizados.
3. Sociedades plurales. Son sociedades que combinan los contrastes étnicos y la interdependencia económica.
(AA.VV. Diccionario de sociología Universidad Rey Juan Carlos. ESIC Editorial. Madrid. 2004)